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¿Puede existir paz sin Pensamiento Crítico? Can there be peace without Critical Thinking?

30/08/21 23:42
María Fernanda Cerón

    Contenido   

 

Resumen

Partiendo de la definición de paz positiva, en este ensayo se pretende demostrar que las condiciones psicológicas e institucionales necesarias para la construcción de paz no se pueden alcanzar pensamiento crítico. Se analizan dos factores institucionales, la instauración de un sistema democrático estable y el respeto de la institucionalidad de los derechos humanos. Por otro lado, desde una perspectiva psicológica, se evalúan dos mecanismos de reconciliación necesarios para la reconstrucción de tejido social, la superación de la imagen especular del otro, y el perdón. Se llega a la conclusión de que la paz solo puede ser entendida como un proceso constante de construcción social que ocurre en presencia de un pensamiento sistematizado crítico.

Palabras Clave: Pensamiento crítico, paz positiva, tejido social.

 

Abstract

Considering the definition of positive peace, the present essay seeks to demonstrate that the psychological and institutional conditions that are necessary for the construction of peace can’t be achieved without critical thinking. Two institutional factors are analyzed, the establishment of a stable democratic system and respect for the institutional framework of human rights. On the other hand, two mechanisms of reconciliation that are necessary for the reconstruction of social fabric are analyzed based on a psychological perspective: the overcoming of the speculative image of the other, and forgiveness. In conclusion, peace can only be understood as a constant process of social construction that occurs in the presence of a critical systematized thought.

Key Words: Critical Thinking, positive peace, social fabric.

 

Definir qué es la paz y cuáles son las condiciones necesarias para alcanzarla ha sido realmente conflictivo. No se ha establecido un consenso académico sobre su definición ni sobre los criterios que determinan su existencia. Aun así, existe general consentimiento sobre el hecho de que la paz implica una construcción social. Con el fin de delimitar el análisis, se trascenderá la concepción de paz negativa entendida como la ausencia de guerra, para entenderla como un proceso de constante construcción que permite generar un orden social. En dicho orden debe prevalecer la resolución no violenta de conflictos, la realización de la justicia, la igualdad de derechos, y la armonía social, en otras palabras, paz positiva (Caireta & Barbeito, 2005). Para poder pensar en la construcción social de la paz se requiere un pensamiento sistemático autónomo, disciplinado, regulado y autocorregido que incluya valores como la humildad, entereza, integridad, perseverancia, confianza, empatía e integridad intelectual, y que a su vez permitan resolver cualquier disyuntiva (Paul y Elder, 2003). Teniendo en cuenta lo anterior, este ensayo busca demostrar que las condiciones tanto psicológicas como institucionales que se necesitan para construir paz positiva no se pueden lograr en ausencia de pensamiento crítico.

Para que exista paz se deben cumplir dos condiciones institucionales: la primera es la construcción de un sistema democrático estable, y la segunda, el respeto desde la institucionalidad a los derechos humanos. Ninguno de estos requerimientos es alcanzable sin pensamiento crítico. En primer lugar, es necesario precisar que la construcción de paz y la democracia son dos procesos que ocurren paralelamente. Además, hay que tener en cuenta que la paz es un fenómeno tanto social como político (Ceballos, 2013). Por ende, la construcción de esta implica una transformación de las condiciones sociopolíticas “encaminada hacia el fortalecimiento de la democracia” (Pastrana, 2002, pág. 304). Esto se debe a que dentro de un sistema verdaderamente democrático, se propician las condiciones necesarias para una participación ciudadana activa, que promueva un desarrollo social por vías pacíficas. En un sistema democrático se garantizan las condiciones institucionales de una sociedad justa, pluralista, y garante de derechos, aspectos indispensables para que exista paz. Ahora bien, en un primer plano la existencia de democracia conlleva una capacidad para poder razonar a partir de premisas, supuestos e ideas de otros, ya que la relación entre paz y democracia se basa en “la tolerancia y el respeto al otro y a su lugar en el espectro social” (Ceballos, 2013, p. 36). Esto quiere decir que la construcción de paz a partir de la democracia requiere de empatía intelectual, una de las características del pensamiento crítico. Sin mencionar que una democracia se logra al tener en cuenta las necesidades de la población total, sin marcar preferencias a grupos o elites (imparcialidad intelectual), y una confianza en que los intereses comunes serán mejor atendidos desde las capacidades racionales de los seres humanos, una confianza en la razón.

La segunda condición para la existencia de paz es el respeto institucional de los derechos humanos. La construcción de una cultura de paz solo se logra con el respeto a la vida, el fin de la violencia, el diálogo, la cooperación, el respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales (Faleh, 2009). La transición desde una cultura de violencia a una de paz solo será posible mediante la conciliación y la conversación con el otro, lo que implica un reconocimiento de la igual dignidad humana, y una ejecución adecuada de los derechos humanos para toda la sociedad. 

En la medida en que los derechos humanos surgen como una necesidad internacional en la restauración del mundo tras las guerras, la Declaración Universal de Derechos Humanos es un conjunto de valores, principios y pilares sobre los cuales es posible la construcción de paz (Association Miraisme International, 2017). El respeto institucional de los derechos humanos implica una aprehensión del valor de la dignidad humana de los semejantes, únicamente posible mediante el desarrollo de la capacidad de adoptar nuevas perspectivas (Díaz, 2007). Esta capacidad de obtener información del mundo social a partir de la mirada del otro es denominada Empatía intelectual, previamente estipulada como condición del pensamiento crítico. Igualmente, se requiere una conciencia global de la necesidad de atender con justicia las creencias o ideas de los demás, dando un trato equitativo y recto, ausente de prejuicios y sin ningún tipo de identificación ideológica determinada. Lo anterior hace referencia a la integridad, entereza e imparcialidad intelectual del pensamiento crítico.

Reconstruyendo. Cristina Zornoza Bonilla, 12 de octubre del 2016

 

Ahora que es visible la necesidad de pensamiento crítico para que exista paz desde la institucionalidad, se explicará cómo dicho sistema de razonamiento también es una condición determinante para la construcción de paz positiva desde una perspectiva psicológica. El aspecto fundamental para la configuración de paz es la reconstrucción del tejido social, el cual se logra a partir de la reconciliación. Se expondrán dos mecanismos de reconciliación: la superación de la imagen especular del otro, y el perdón, teniendo en cuenta que “la reconstrucción del tejido social es una apuesta por la paz” (Atilano & Mendoza, 2016, p. 2).

En un contexto histórico cultural de conflicto, las partes de este crean imágenes especulares paralelas el uno del otro, Kelman explica esto (como se citó en Mínguez, Alazate & Sánchez, 2009) afirmando que las dos partes tienen autoimágenes positivas similares, e imágenes negativas también similares del otro. Dichas imágenes, legitimadas mediante mecanismos pre-teóricos (Berger & Luckman, 1994) o creencias arraigadas a la cultura, parten de la negación de la identidad nacional del otro, deshumanizándolo. Únicamente superando dicha imagen se podrá construir un contexto de paz, mediante la reconciliación.

Según Kelman (2004), cuando cada parte del conflicto revisa su identidad de manera que logra integrar la identidad del otro es posible una verdadera reconciliación, la cual permite una construcción social de paz. Esto implica una transformación real de la relación entre las partes, cambiando la hostilidad, la amenaza y la agresión, por una cooperación mutua basada en un sentido de responsabilidad del otro, formando relaciones de reciprocidad que permitan reconstruir el tejido social (Kelman, 2009). Ahora bien, para superar la imagen especular del otro y lograr integrar su identidad es necesario ver el punto de vista del otro, reconocerlo, haciendo conciencia sobre las propias limitaciones, en otras palabras, se requiere de humildad y empatía intelectual. Pensar críticamente supone razonar con mente abierta y comunicar de manera efectiva, ya que mediante el diálogo se logra integrar la identidad del otro, se analiza y evalúa el pensamiento con el propósito de mejorarlo.

Por último, el perdón como mecanismo de reconciliación es indispensable en el proceso de transición hacia la paz, fuertemente utilizado en discursos políticos, morales, jurídicos, históricos y sociales (Henao, 2016). Lograr el perdón en un contexto de conflicto implica una relación estrecha con la memoria y la verdad, en donde se busca una reconciliación más íntima e individual, partiendo del ámbito privado. Perdonar implica un trabajo conjunto entre los actores del conflicto, si bien es determinante la colaboración del “victimario” al propiciar la información verídica correspondiente sobre los hechos, que permita reconstruir la memoria colectiva, se requiere también un esfuerzo por parte de las víctimas, quienes deben reconocer en el otro una posibilidad de relacionarse fuera del conflicto. 

El perdón es entonces “el movimiento que permite darle continuidad a los lazos rotos de las relaciones primarias” (Henao, 2016, p. 24) y además permite establecer relaciones, reconstruyendo el tejido social. La restauración de los lazos sociales se facilita mediante el reconocimiento de los hechos, el arrepentimiento, el establecimiento de acuerdos, la reciprocidad y la conciencia del daño (Cortés, Torres, López, Pérez & Pineda, 2015). Para esto se requiere una conciencia crítica, capaz de entender otros puntos de vista, desprenderse del propio y reconocer verdades distintas; es necesario reconocer que hay creencias, ideas o hechos que, aunque representan otra visión de mundo, pueden estar argumentadas racionalmente. El pensamiento crítico juega un papel esencial en el proceso de perdón, ya que se requiere de empatía, entereza, integridad y perseverancia intelectual. 

 

Esperanza. Cristina Zornoza Bonilla, 12 de octubre del 2016.

 

Para finalizar, la paz solo puede ser entendida como un proceso constante de construcción social que ocurre en presencia de un pensamiento crítico sistematizado. En primera instancia, teniendo en cuenta los requerimientos institucionales para la instauración de la paz, se hace evidente la necesidad de pensamiento crítico en la población para poder instaurar un sistema verdaderamente democrático. En un sistema democrático se requiere que las personas sean libres, críticas y capaces de tomar decisiones. Para que esto se logre es importante que la población someta el acto de pensar a estándares intelectuales, analizando la exactitud, veracidad, relevancia, precisión e importancia de la información. Es decir, sin pensamiento crítico no hay democracia, y sin democracia no hay paz. Ocurre lo mismo con el respeto institucional de los derechos humanos, el verdadero cumplimiento de estos garantiza un espacio óptimo para la construcción social de la paz, pero para que este tenga lugar se necesita imparcialidad y empatía intelectual.

Por otro lado, las condiciones necesarias para una reconciliación de los actores del conflicto, que lleve a la reconstrucción del tejido social y por ende a la paz, solo se pueden lograr si se comprende la realidad con pensamiento crítico. Perdonar y superar la imagen especular del otro implican un pensamiento auto-disciplinado y auto-regulado mediante el cual se priorice la justicia, la verdad y la imparcialidad en el pensamiento. Es posible afirmar que las condiciones necesarias para la existencia de paz ya sean institucionales o psicológicas, requieren un pensamiento crítico por parte de la población. Por último, se destaca la relevancia de la empatía intelectual, como característica del pensamiento crítico, indispensable tanto en la construcción política-institucional como social de la paz. 


 

Referencias

Association Miraisme International. (2017). Miraismo. Obtenido de CULTURA DE PAZ Y DERECHOS HUMANOS: SU UNIÓN, SU FUERZA.: https://miraismo.org/documentos/Cultura_de_Paz_y_Derechos_Humanos_su_union_su_fuerza.pdf

Atilano, J. & Mendoza, G. (2016). Reconstrucción del Tejido Social: Una Apuesta por la Paz. Mexico D.F.: Fundación San Ignacio de Loyola.

Berger, P. & Luckman, T. (1994). Construcción Social de la realidad. Buenos Aires: Amorrotu Editores.

Caireta, M. & Barbeito, C. (2005). Introducción de conceptos: paz, violencia, conflicto. Barcelona: Escola de Cultura de Pau.

Ceballos, P. (2013). Educación para la paz y para la democracia. RAXIMHAI, 9(1), 35-46.

Cortés, A., Torres, A., López, W., Pérez, C., & Pineda, C. (2015). Comprensiones sobre el perdón y la reconciliación en el contexto del conflicto armado colombiano. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.

Díaz, M. (2007). Desarrollando la empatía y los Derechos Humanos. En Convivencia escolar y Prevención de la violencia. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Faleh, C. (2009). Hacia un derecho humano a la paz internacionalmente reconocido. Desde París a Luarca y más allá... En UNESCO, Hacia la Paz desde los Derechos Humanos. Gobierno Vasco.

Henao, L. (2016). Análisis sociológico del perdón: Discursos hegemónicos y contra- hegemónicos. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Kelma, H. (2004). Reconciliation as Identit Change: A Social-Psycological Perspective. En Y. Siman, From Conflict Resolution to Reconciliation. Oxford: Universit Press.

Kelman, H. (2009). Psicología Social al servicio de la paz en Oriente Medio. Psicología Política, 38, 7-30.

Mínguez, X., Alzate, R. & Sánchez. (2009). Psicología Social al servicio de la paz en Oriente Medio. Psicología Política(38), 7-30.

Pastrana, A. (2002). Desarrollo y paz. instrumentos y prioridades para la construcción de la paz. en cambio para construir la paz. Bogotá.

Paul, R. & Elder, L. (2003). La mini-guía para el Pensamiento crítico. Conceptos y herramientas. Fundación para el Pensamiento Crítico.