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Réplica experimental de Vygotski: Habla privada en los niños

3/11/23 21:53
Por: Daniel Bello, Nicolás Lucio, Sofía Marroquín y Malva Varela 

    Contenido   

Lev Vygotski, psicólogo soviético reconocido por la teoría de la psicología histórico-cultural se interesó hacia la mitad de sus años de actividad como psicólogo en la formación de la mente y el pensamiento, sin necesidad de desvirtuar la importancia de lo biológico en el ser humano, dando una importancia muy notoria a la socialización, la cultura, lo humano, el contexto particular de cada individuo y el concepto de desarrollo. A Vygotski se le ha considerado un psicólogo del desarrollo con una teoría perteneciente al modelo organicista, igual que a Jean Piaget. Sin embargo, a diferencia de Piaget, los elementos a explorar de la psicología humana, sobre todo en cuanto a desarrollo, que le preocupaban a Vygotski eran los procesos que él mismo denomina latentes. Es decir, aquellos que no están ya desarrollados sino en potencia de ser desarrollados o en pleno desarrollo. Dentro de las dimensiones del desarrollo, se encuentra el dominio del desarrollo ontogenético que Vygotski explica desde la concepción del interaccionismo emergente. Esto significa que implica la operación simultanea e interrelacionada de más de una fuerza del desarrollo, la fuerza natural, que no está del todo claro si natural es equivalente a biológico, y la fuerza social del desarrollo humano. La segunda da pie para la mayoría de la teoría que aborda esta réplica experimental. Este dominio es observable en su totalidad. Sin embargo, vemos que, aunque la vía de desarrollo social tiene una importancia aparentemente mayor para la teoría, igualmente hay un reconocimiento del papel indiscutible de la dimensión universal de la condición humana como especie.    

Los procesos psicológicos están en cualquier animal pues casi todos poseemos una fisiología similar en términos del sistema nervioso. Todos los animales tenemos sistema nervioso. Pero eso solo nos lleva en la fuerza del desarrollo natural hasta cierto punto en nuestro desarrollo psicológico. A estos procesos más universales y más directamente relacionados con la fisiología, Vygotski los nombró procesos psicológicos elementales. Sin embargo, los humanos, como proponía el psicólogo ruso, tenemos la capacidad de formar procesos psicológicos superiores que están estrechamente relacionados con nuestra forma social de entender y explorar el mundo. El desarrollo de estos procesos superiores le interesó a Vygotski por encima de los elementales. Pero, además, le interesó el estudio de los procesos latentes, es decir, en potencia de formación o en proceso de formación. Vygotski también habla del dominio microgenético en el desarrollo. Este dominio es la base del método experimental del psicólogo y la forma en la que se aproxima al desarrollo. Para Vygotski el desarrollo en necesariamente artificial. El dominio microgenético habla de los cambios individuales en los procesos psicológicos en formación que dan cuenta de esos cambios cualitativos constantes en el proceso del desarrollo. De este punto parte el concepto de la zona de desarrollo próximo, un concepto que acuño Vygotski sobre el desarrollo que indica un proceso que aún no se ha logrado interiorizar pero que se puede lograr desarrollar con la ayuda de una otra persona que puede ser tanto un cuidador como un maestro o a veces compañeros. El punto importante en esto último es que requiere de socialización, pero además que Vygotski reconoce la importancia del reto cognitivo, es decir, algo que esté por fuera de la zona de desarrollo real pero que se encuentre dentro de la zona de desarrollo próximo y sea difícil pero lograble con la ayuda del signo que crea una relación mediata entre el sujeto y el objeto. Esta relación se puede ver en el método que Vygotsky propone a partir del dominio microgenético al que denomina “método de la doble estimulación" en donde prone que para el aprendizaje (que eventualmente desemboca en el desarrollo) el sujeto, en este caso el niño humano, tiene una estimulación por parte del objeto y otra por parte de una ayuda que puede ser el mediador de la situación entre el sujeto y el objeto. Este mediador es una herramienta que puede ser un signo externo, interno o incluso otra persona.   

Adjunto a la zona de desarrollo próximo y la preocupación por la colaboración y la socialización para desarrollar procesos viene asociada otra importante parte del trabajo del psicólogo. Vygotski en su trabajo se interesó bastante por el aprendizaje en los niños y su innegable relación con el desarrollo. Dentro de la dimensión anteriormente mencionada del desarrollo ontogenético, Vygotski enmarca la adquisición del lenguaje como un salto cualitativo importante en el desarrollo de todo individuo. Todos los humanos aprendemos a comunicarnos y estamos naturalmente predispuestos a la utilización del lenguaje. Este, entonces, es el signo (término acuñado por Vygotski que denota un elemento importante que se usa para el desarrollo de procesos psicológicos a partir de una relación mediata con ellos y con otras personas) por excelencia y todos los humanos lo desarrollamos y lo usamos eventualmente para la formación de nuestro pensamiento.  

En la tesis de grado de Gustavo Durán Herrera se habla de la importancia del habla privada para la educación. Durán Herrera (s.f.) argumenta que “el habla privada asume esencialmente una función reguladora de la conducta del niño, cuando este enfrenta tareas que sobrepasan su capacidad de ejecución" (p. 35). Esto explica perfectamente la teoría vygotskiana sobre la doble estimulación haciendo referencia al lenguaje (el signo por excelencia) como un mediador de la conducta que ayuda al niño a relacionarse con el objeto (que sería el reto cognitivo) no en una relación inmediata o directa sino una medita donde el niño debe buscar estrategias para autorregularse y esto lo hace a partir del habla privada.   

Lo anterior nos lleva a dos conceptos importantes en el desarrollo según Vygotski que nos dan luz ante lo que propone Durán Herrera. El primero seria la ley de la doble formación que Vygotski describe como el camino natural de todo proceso psicológico superior en desarrollo que primero debe pasar por una etapa externa y material, luego por una etapa interna y finalmente llega a la inmaterialidad que sería la internalización de un signo que ayude a la autorregulación del proceso psicológico superior. Esta autorregulación es el culmen del desarrollo de cada proceso según la teoría de Vygotsky. La autorregulación de la conducta sería el segundo concepto importante que Durán Herrera adopta en su tesis afirmando que “el habla privada tiene como fin general regular la actividad más no planificarla” (Durán Herrera, s.f., p. 35).   

Los humanos estamos desarrollándonos todo el tiempo y en este proceso Vygotski ve tres momentos importantes para cumplir: el primero sería la aparición del proceso a desarrollar de forma interpersonal con la socialización, luego de forma material e interpersonal cuando se logran ver con o sin la ayuda de otra persona y finalmente de interioriza y se vuelve inmaterial. Este no es un paso tan certero sino más bien gradual que culmina en la autorregulación del proceso una vez se consolida como algo inmaterial que la persona puede acceder cuando sea necesario y se puede externalizar a voluntad y a conciencia. Adicionalmente a esto, si exploramos la posición vygotskiana del dominio de la historia-sociocultural del desarrollo se trata de la aparición y evolución de herramientas psicológicas, mediación de signos donde los humanos producen colectivamente nuevos medios para regular su comportamiento.   

Lo anterior en relación con las propuestas de Durán Herrera, vemos como el habla y el lenguaje como signo tienen una importancia muy alta en la relación que tiene el niño con el mundo y como este medio su exploración durante el desarrollo. También hay que mencionar de cómo, “El cambio de la estructura interfuncional de la conciencia se relaciona, de forma muy estrecha, con el cambio de los sistemas de regulación de la conducta” (Rivière, 2002, p. 83). Teniendo en cuenta como el lenguaje y el habla privada cambian la estructura de la conciencia del niño y en el desarrollo esto es lo que genera la capacidad de regular la conducta según expresa Rivière. Para la teoría de Vygotski la unidad de análisis sobre la que basa su trabajo es la actividad instrumental. Más adelante en la teoría vemos como el lenguaje para Vygotski tiene un rol esencial para la organización de las funciones psicológicas superiores, sin lenguaje no hay socialización y sin socialización no hay funciones superiores. En relación con el lenguaje como signo por excelencia podríamos afirmar que el signo es indicador de la relación mediata del sujeto y el objeto que se propone en la teoría de Vygotski y en la tesis de Durán Herrera y el signo se vuelve la unidad de análisis de ambos. Esto sería así tomando en cuenta lo que proponen tanto Baquero como Rivière al dar sus argumentos sobre la teoría vygotskiana en relación con la estructura de la conciencia y su alteración por medio del lenguaje es que la conciencia es un mecanismo para dar significado a las palabras que son parte del lenguaje que es el signo por excelencia y por ende las herramientas que utilizan los niños en el habla privada para cambiar su estructura de pensamiento durante su desarrollo y esto eventualmente los lleva a internalizar su habla privada y más adelante aprender a autorregular su conducta. La inicial ausencia del vínculo entre pensamiento y palabra es normal pero luego surge este vínculo como una conexión externa entre dos funciones de la conciencia.   

El pensamiento y el lenguaje no son lo mismo como Vygotski le crítico a Bühler, sin embargo, la unidad de análisis de la relación entre ambos es el significado de la palabra que a su vez esta mediado por el cambio estructural de la conciencia producto del signo lo que nos devuelve a la teoría original vygotskiana y luego reafirmada por Durán Herrera que explica la autorregulación como el fin del desarrollo desde la actividad instrumental con signos que transforma el pensamiento que existe a partir de funciones psicológicas elementales en un nivel de pensamiento prelingüístico práctico en donde el habla privada, como menciona Durán Herrera, no es la planificadora de la actividad, hacia  un nivel de pensamiento mediado por el lenguaje en donde el signo (el habla) si planifica la actividad y por ende precede a la acción. Tomando todo este planteamiento de la teoría yygotskiana y comprobando su relación con la tesis de Gustavo Durán Herrera, podemos utilizar su trabajo de grado con niños de 5 a 7 años como un ejemplo experimental para hacer una réplica que nos compruebe la teoría de Vygotski a partir de los siguientes objetivos con respecto a la realización del presente ejercicio.  

Objetivos

A nivel general buscamos proponer una réplica experimental en donde los planteamientos de Lev Vygotski se usen como un medio para explorar y analizar el habla privada externalizada. A nivel especifico, identificar los aspectos del ambiente que influencian en el habla privada de la niña, determinar el propósito del habla privada en la resolución de tareas de la niña y relacionar la complejidad de las tareas propuestas con la presencia o ausencia de habla privada    

Sujetos  

Debido a que los sujetos elegidos son menores de edad, se decidió usar las letras (A y P) al momento de referirse a ellas,   

P es una niña de cuatro años y medio. Su núcleo familiar está formado por sus padres y su hermana de diez años. A pesar de su corta edad ha mostrado gran habilidad para la comprensión, además de ser bastante organizada. Tiene una buena relación con su hermana, con quien juega a menudo. P tiende a ser tímida con los desconocidos, pero una vez las conoce busca interacción con ellos por medio del juego y de la charla. No ha entrado al colegio todavía, sin embargo, estudia y juega en un jardín infantil.  

A es una niña de diez años y medio. Desde muy pequeña ha demostrado una gran habilidad con el lenguaje (tiene un vasto vocabulario para su edad y suele preguntar por la etimología de las palabras) e intereses por ciencias sociales y el idioma. Tiende a relacionarse muy bien con los adultos, pues ha aprendido desde muy pequeña a interactuar con ellos; por el contrario, ha tenido varios problemas sociales con niños de su edad. Diariamente interactúa con su hermana, con quien se lleva bien.  

Método

En función de cumplir los objetivos previamente planteados, se consideró imprescindible considerar los planteamientos de Vygotski, desde la mirada que este tenía con respecto al desarrollo de cada niño, y desde el cual no se puede obviar el nivel de desarrollo real de cada niño según su edad, por lo que para el presente trabajo se planteó la realización de dos visitas independientes a P. La primera de estas visitas se realizaría con el objetivo de establecer rapport con la niña, de explorar sus gustos y contexto cercano, de confirmar la presencia del habla privada externalizada en la niña, así como de tener un panorama general sobre el cual orientar la segunda visita. En esta última, los integrantes del grupo plantearían una serie de tareas para que la niña las realizara (todo en concordancia con la teoría del desarrollo próximo de Vygotski), y de manera de que se tuviera material para estudiar la presencia del habla privada externalizada en P.    

Una vez realizado el primer encuentro con P, los entrevistadores pudieron notar, obviando un poco las relaciones interpersonales establecidas, que efectivamente la niña hacía uso del habla privada externalizada como un medio en su juego; de la misma forma en que se pudo evidenciar su gusto por la realización de construcciones con fichas, de los juegos que involucraban el uso de dados. De entrada, se notó que el habla privada se utilizaba en alguna medida en relación con el contar los números de los dados, y que de cierta forma esto representaba un reto para la niña.   

De acuerdo con la visita anteriormente descrita, el grupo procedió a elaborar una serie de tareas que representaran un reto cognitivo para la niña (sin ser este imposible), y que además permitiera el cumplimiento de los objetivos planteados. En ese orden de ideas, la propuesta del grupo fue combinar la experiencia de lanzar y contar los números en los dados y la construcción. En ese orden de ideas, las tareas propuestas se basaron en proponerle a la niña que esta lanzara dos dados (de seis lados), y que de acuerdo con el número que ella contara como resultado de ese lanzamiento, ella debía crear una estructura (diferente cada vez que lanzara los dados) con la cantidad de fichas que le indicaran los dados. Las fichas para utilizar serían una combinación entre fichas del juego “jenga” que se usan para construcción, y un grupo de fichas que la niña ya conocía, los cuales debían combinarse en las construcciones a realizar. Para evitar unos posibles resultados en donde la niña no tuviera los dados suficientes, se le dijo a la niña que al resultado del lanzamiento de los dados le iba a sumar cuatro fichas. El reto que se buscaba proponer constaba que la niña pudiera contar y seleccionar el número de fichas apropiado de acuerdo con el lanzamiento, y que además pudiera elaborar distintas estructuras sin repetir cualquier categoría que ya hubiera construido (por ejemplo, no podría construir una casa dos veces).   

Figura 1. Nivel de dificultad 1: a la izquierda el resultado de A, a la derecha el resultado de P.  

Figura 2. Nivel de dificultad 2: a la izquierda el resultado de A, a la derecha el resultado de P. 

Figura 3. Nivel de dificultad 3: al fondo el resultado de A, a la derecha y al frente el resultado de P.  

Figura 4. Triángulo Sujeto, Medio mediadores y Objeto (adaptado de Cole, 1999, p. 115). 

Discusión 

Uno de los motivos por los que se decidió tener en cuenta a las dos hermanas como sujetos de estudio es por el fuerte vínculo que existe entre ellas que determina una relación mediata, en donde la una actúa de mediador para la otra, en ese sentido, el signo es mediado por una de las hermanas y eso hace que la otra actúe en consecuencia. Como Vygotski afirmaba, siempre que haya una persona con un mayor grado de desarrollo podrá ayudar a alguien con menor grado de desarrollo en su nivel real. Tomando en cuenta esta postura de Vygotski, entonces, “Podría[mos] afirmar que los seres humanos no ven las cosas del mundo directamente sino a través del medio que les ofrecen los signos. Igualmente podría suponerse que los signos son los ‘lentes’ que median la relación sujeto-objeto" (Durán Herrera, s.f., p. 18). Tal como se ilustra en la siguiente figura, A se volvería el medio mediador de P.   

De acuerdo con lo anterior, podemos ver que una conducta que originalmente lleva a una “reacción a”, termina por ser modificada gracias a la influencia de una de las hermanas a una “reacción b”. Esto modifica el habla interna, pues el signo no es mediado necesariamente por esta, sino que la relación entre las hermanas lleva a que se dependa más en la socialización.  

Durante este procedimiento usamos tres niveles de complejidad en la tarea con las fichas y los dados. Cada nivel implicaba añadir un dado y por ende la posibilidad de más fichas. A la niña mayor, demostró una capacidad de organización de las fichas más compleja pues tenía mucho más clara la ubicación espacial y no siempre se arriesgaba a apilar fichas sin un orden o simetría específicos. P, la niña menor, al contrario, a veces demostraba no saber qué hacer con tantas fichas y solo terminaba apilándolas en patrones sencillos hacia arriba para que ocuparan menos espacio en su mesa, pero frecuentemente se le caían las estructuras o algunas fichas.  

Se encontró que ambas niñas usan habla privada. La mayor tiene conversaciones más largas consigo misma que la menor y usa el habla privada con mayor frecuencia, llegando a una relación 4:1 respectivamente. En varias ocasiones, P usó el habla privada para contar números, por lo que, restando la repetición del conteo, la diferencia entre el habla privada de ambas es incluso mayor. Adicionalmente se encontró que cuando P usa el habla privada tiende a hablar con menos claridad que normalmente, esto siendo producto de que el signo está claro en su mente y, por lo tanto, hay una ausencia de necesidad de decirlo nítidamente en voz alta. También se encontró una mayor frecuencia de habla privada en distintos momentos por ambas partes: mientras que P usó en varias ocasiones el habla privada al inicio de la entrevista, no la usó entre la mitad y el final de ella. La situación de A fue inversamente proporcional. Se tienen en cuenta ejemplos como “P: Este va a ser para ¡Ah! No te caigas… ya se paró solo. Listo, también es para… Se está resbalando ¡Wuju! ¡Wuju! ¡Wuju! Iaaaa…” o “A: Diez, once… y, por último, doce. Con esto puedo construir todo lo que quiera. Ahora… ¿Qué puede ser?, ¿qué puede ser? ¿Imaginación por qué me fallas en este momento? Ya”. Lo anterior se puede ver relacionado con la necesidad de regulación del niño, en donde al sobrepasar su capacidad de ejecución resulta en el habla privada. Los momentos en los que no se sobre pasó la capacidad de ejecución o que, por el contrario, se sobre pasó demasiado, no hubo habla privada en absoluto. Esto puede ser una explicación a los distintos momentos en que cada niña usó el habla privada.   

Conclusiones

Si bien las dos niñas demostraron tener habla privada, la mayor demostró una cantidad significativamente mayor de su uso que la menor. Se cree que la razón de esto puede ser que A al ser la mayor tuvo que enfrentar varios retos cognitivos por su propia cuenta, por lo que habrá desarrollado una gran interacción consigo misma, mientras que P siendo la menor, siempre tuvo una mano que le ayudara con todo, por lo que envés de desarrollar un habla privada amplia, encontró siempre el soporte de los demás y por medio de este su aprendizaje. Otra posible explicación para el resultado es que P es todavía muy pequeña para tener un habla privada tan extensa, mientras que A, a pesar de tener diez años, sigue usándola con bastante frecuencia con el objetivo de regularse con mayor facilidad. Como una tercera opción de por qué P habló menos, se cree que el nivel de dificultad en el que ocurría el reto cognitivo para ella se sobre pasó luego del primer nivel, superando su zona de desarrollo próximo (como muestra la figura 2, en donde P se rindió y solo hizo una línea de dominós para después tumbarla). Por el contrario, A al principio no consideraba la actividad un reto, pero hacia el final de la entrevista cuando el nivel aumentó, se convirtió en un reto para ella solucionar la situación a partir de su propia habla privada.   

Adicionalmente y como la mejor prueba de la teoría vygostskiana, encontramos la evidente necesidad de P de usar el signo para poder seguir las instrucciones correctamente. No sabía contar sin la verbalización del conteo. Muchas veces P no verbalizaba su necesidad de ayuda pues al final de la prueba ya estaba relativamente más silenciosa y al no contar en voz alta se equivocaba en el número de piezas que debía utilizar su hermana o nosotros nos dábamos cuenta y por impulso la ayudábamos. A estaba muy pendiente de ella todo el tiempo y cuando no lograba algo la ayudaba verbalmente por instinto. Por nuestro lado, Daniel le pedía que contase o le preguntaba cuántas fichas había cogido para recordarle que contara ella sola. Esto nos lleva a poner en evidencia que siempre existe la relación mediata con los demás y el hecho de tener siempre a su hermana en casa para jugar con ella implica que la doble estimulación de todas maneras se está cumpliendo, aunque P no verbalice su necesidad de ayuda o no use su habla privada.   

Referencias 

Baquero, R (s.f). Cap. 3. Las relaciones entre lenguaje y pensamiento. En R. Baquero (2009). Vygotsky y el aprendizaje escolar. Aique. 

Cole, M. (1999). Psicología Cultural. Morata. 

Daniels, H. (2003). Cap. 1. Pedagogía y mediación. En H. Daniels. (2003). Vygotsky y la pedagogía. (pp. 31-51). Paidós. 

Durán Herrera, G. (s. f.). [Trabajo de Grado] Planes de acción y habla privada en niños entre los 5 y 7 años. Maestría en Educación. Pontificia Universidad Javeriana. 

Rivière, A. (2002). Cap. 12. Pensamiento y habla: la concepción semiótica de la conciencia y la génesis, estructura y función del lenguaje interno. En A. Rivière, (2002). La psicología de Vygotski. (pp. 81-90). Antonio Machado Libros.