TejiendoSaberesArticulo4Volumen2 - mentalidades
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¿Seguimos pensando sobre la disciplina psicológica en la universidad?
Contenido
“Pues los problemas filosóficos surgen cuando
el lenguaje hace fiesta. Y ahí podemos figurarnos ciertamente que
nombrar es algún acto mental notable, casi un bautismo de un objeto”.
Ludwig Wittgenstein (1953/1999)
Cuando empieza a aparecer un mínimo de interés por saber qué es lo llamado psicología, ya sea porque se tiene tendencia a asociarla con buscar explicaciones del comportamiento humano e inclusive porque se oyó algo sobre ella y se quiere como elección de carrera, pareciera que hubiera una noción más o menos clara, por no decir que confusa de lo que trata este saber, sea cual sea el modo de conocimiento que se le adjudique: científico, tecnológico, técnico, de la vida cotidiana, etc. Se menciona que es más o menos clara o confusa debido a que históricamente la psicología ha estado marcada por diversas formas de concebir y abordar lo psicológico y dichas concepciones no se pueden desligar de la vida cotidiana en el presente ya que siguen estando implícitas de una manera u otra cuando hacemos referencia a la mente o lo mental, a problemas personales, a enfermedades o al comportamiento en sociedad y se puede decir que hay una “fiesta” con estas conceptualizaciones; eso no está ni bien ni mal, a fin de cuentas es la manera en que nos entendemos y damos sentido a nuestras prácticas.
Esto se debe por varias razones: la primera, es que como disciplina científica no se ha consensuado su objeto de estudio como sí lo han hecho otras ciencias como la biología, la física, la química, la sociología, la antropología, etc.; la segunda, los prejuicios e inconsistencias lógicas, teóricas y metodológicas que hay alrededor de la actividad científica; y la tercera, la línea desdibujada que hay con las otras disciplinas limítrofes (biología y ciencia socio-histórica) y sus implicaciones en la actividad académica.
Objeto de estudio
Plantear la discusión por el objeto de estudio es algo que se sigue mencionando en algunas clases de psicología sobre todo en las relacionadas con la historia y la epistemología, sin embargo, pareciera que no se tomara con suficiente seriedad y pertinencia, ya que se desdibuja a nivel teórico-conceptual, metodológico, ontológico y epistemológico el quehacer académico del estudiante de psicología o del mismo psicólogo.
Engloban objetos de estudios distintos relacionados entre sí y complementarios, como lo cognitivo y lo conductual; la neuropsicología haciendo usos ad hoc cuando le resulta pertinente una explicación o uso de lo conductual y de los procesos cognitivos; o los que buscan traducciones o equivalencias de fenómenos teorizados desde el psicoanálisis hacia el conductismo o viceversa. Por otro lado, están los que toman una posición marcada sobre su “visión” de la psicología; sea esta conductista, cognitivista, neuropsicológica, sistémica, psicoanalítica, constructivista, etc.
Esto plantea dos cuestiones decisivas que necesita discutirse en las facultades de psicología; ¿se necesita establecer un objeto de estudio o no se necesita? Aquí se citan dos autores que representan ambos planteamientos. En relación con que se necesita establecer un objeto de estudio Ribes (2018) y Ribes y López (1985) propusieron que a nivel epistemológico se requiere partir de un marco teórico y que es imposible generar conocimiento sobre algún fenómeno de la realidad [psicológica] si no se establece qué se estudia; dice Ribes que “Hablar de cosas distintas como si fueran la misma cosa, o su contrario, hablar de cosas iguales como si fueran diferentes, solo provoca confusión e incomprensión. El eclecticismo en ciencia es una fuente de confusión…” (2018, prólogo). Por el contrario, Burgos (2022) menciona que la discusión sobre el objeto de estudio de la psicología científica es completamente un melodrama, ya que muchas veces lo que se busca son forjar agendas de investigación motivadas por intereses y gustos personales, violando la libertad académica intelectual y que eso entorpece el progreso en psicología; se busca un esencialismo en la disciplina.
Actividad científico-investigativa
En el quehacer de la academia se encuentra una "diversificación" de esos objetos de estudio con sus respectivas concepciones epistemológicas, teóricas y metodológicas y no puede ser ajeno que se vean ciertos prejuicios. Esto es visto como algo bueno por algunas personas en el sentido de que permite que no establezca una directriz
La construcción de teorías científicas requiere de pensar filosóficamente acerca de lo que se quiere conocer, usar un lenguaje técnico no necesariamente se relaciona con establecer dinámicas de poder, impedir el acceso al conocimiento o complejizarlo, porque incluso en los investigadores que usan teorías más "parsimoniosas" y/o sencillas que se acercan a la vida cotidiana o a un lenguaje más coloquial no se ven exentos de ejercer esas prácticas para alcanzar objetivos personales donde hay diversos intereses; el uso del lenguaje en una ciencia no es una herramienta para establecer ejercicios de poder, limitaciones y/o filtros para quienes practiquen una actividad científica.
Falta de claridad frente a disciplinas limítrofes e implicaciones en la actividad académica
Otro óbice que se presenta en el desarrollo de psicología es que partiendo de la falta de consenso y las inconsistencias teórico-metodológicas, surge la cuestión ¿Dónde empieza y dónde termina la actividad investigativa de ese objeto de conocimiento? Esto porque, empezando, a nivel disciplinar como no se encuentra claro el objeto de interés se termina por ubicarlo, por ejemplo, en el organismo o en el ambiente ecológico dominios que son de la biología; o en unidades de análisis sociales como los grupos e instituciones o las prácticas culturales y políticas, siendo estos dominios de la ciencia socio-histórica, cada una de estas con su propio lenguaje técnico que describe, conceptualiza, categoriza y sistematiza dentro de una lógica lo que estudia.
Cuando se va a realizar investigación en psicología resulta que no se tiene en cuenta hasta qué punto se están abordando unidades de análisis u objetos de estudio de los que ya se ocupan otras disciplinas; se desdibuja la actividad interdisciplinar y transdisciplinar haciendo “saltos epistemológicos”, y pasa directamente a solucionar problemas o demandas sociales sin tener en cuenta las implicaciones de no establecer el dónde se pone el problema.
La psicología como ciencia básica y la psicología como tecnología (Peña, 2018; Ribes y López, 1985) son cosas completamente distintas, ajustándose a “criterios de certeza” distintos; el uno al científico (abstracción analítica de la realidad) y el otro al tecnológico (trabaja con lo concreto y busca la producción de un resultado de manera eficaz),
Reflexiones finales
Como se planteó anteriormente, para la psicología (impersonalmente, como institución social de conocimiento) sería pertinente y preciso tener una mirada crítica de los fenómenos u objetos que dice estudiar, desde una filosofía de la ciencia psicológica transversal a la disciplinar considerando un análisis histórico de dichos fenómenos que han estado en los enunciados de distintos filósofos, psicólogos y personas que han hecho uso de esos términos en las distintas épocas; es una manera heurística para justificar el por qué abordar un concepto, una categoría o un modelo que sistematice o describa el objeto de estudio, por ejemplo, por qué sería pertinente usar términos como conciencia, cognición, conducta, interrelación, el hombre y el mundo, inconsciente, inclusive alma o espíritu.
Cuando, el estudiante de psicología o los psicólogos y psicólogas estén inmersos en la actividad científico-investigativa, se sugiere tener en cuenta, más allá de dejarse llevar por los prejuicios, cuestionen la lógica y la coherencia de las implicaciones teórico-metodológicas-epistemológicas y del modo de conocimiento que caracteriza lo científico y que lo diferencia de los demás modos de conocimiento para que no sean determinados. Porque, a gusto personal, suena mejor los fenómenos usando el lenguaje ordinario.
Y para finalizar, pensar de manera reflexiva desde donde se parte a nivel disciplinar para que al momento de solucionar un problema social se tenga la responsabilidad ética con la misma disciplina y quienes esperan en la vida social una psicología que no esté plagada de pseudociencia o explicaciones tautológicas de lo que pasa en la vida cotidiana, sino conocimiento serio como el que ha producido las demás ciencias básicas.
Referencias
Burgos, J. E. (2022). Un melodrama de la psicología. Revista de Psicología de la Universidad de Antioquia, 14(2), 1–30. https://doi.org/10.17533/udea.rp.e350101
Oppenheimer, R. (1956). Analogy in science. American Psychologist, 11(3), 127–135. https://psycnet.apa.org/doi/10.1037/h0046760
Peña-Correal, T. E. (2018). La psicología, la psicología aplicada y las profesiones psicológicas.
Ribes-Iñesta, E., (2005). Reflexiones sobre la Eficacia Profesional del Psicólogo. Revista Mexicana de Psicología, 22(1), 5-14.
Ribes-Iñesta, E. (2018). El estudio científico de la conducta individual: Una introducción a la Teoría de la Psicología. Manual Moderno
Ribes-Iñesta, E. (2019). El objeto de la psicología como ciencia: relación sin “cuerpo-substancia”. Acta Comportamentalia: Revista Latina de Análisis de Comportamiento, 27(4), 463-480.
Ribes, E. y López-Valadez, F. (1985). Teoría de la conducta: un análisis de campo y Paramétrico. Trillas.
Wittgenstein, L. (1999). Investigaciones Filosóficas. (A. García y U. Moulines, Trads.). Ediciones Altaya S. A. (Obra original publicada en 1953).